| El uso del gusano de la harina (Tenebrio molitor) en la producción de piensos para animales y alimentos para humanos supone una mejora de la sostenibilidad y la eficiencia de los sistemas alimentarios, basada en la economía circular, con una huella baja en carbono y luchando contra el cambio climático. |
Las Naciones Unidas pronostica que la población mundial podría alcanzar los 10 mil millones de personas para 2050, lo que implica que la producción de alimentos tendrá que aumentar en un 70% para satisfacer esa demanda.
La agricultura es absolutamente necesaria para producir los alimentos que comemos. Pese a ello, cuando hablamos de cambio climático, se considera que las actividades agrícolas:
- Generan el 33% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero a escala global.
- Contribuye de manera importante a la pérdida de biodiversidad y a los flujos de nutrientes debido a los cambios en el uso de la tierra.
- Implica un mayor uso de recursos naturales, ya de por sí escasos, como el agua.
- Contaminan el suelo consecuencia del uso de fertilizantes químicos y pesticidas.
Por lo tanto, es necesario reducir la huella de carbono de la agricultura actual y, al mismo tiempo, encontrar y desarrollar alimentos novedosos que reduzcan los impactos ambientales de las dietas.
¿Qué es un nuevo alimento?
Los nuevos alimentos abarcan aquellos como la carne cultivada, las algas, las plantas y los insectos. Todos ellos tienen potencial para reducir el impacto ambiental de la producción de alimentos y al mismo tiempo satisfacer los requisitos nutricionales de la dieta humana, más específicamente la producción y el consumo de proteínas de alta calidad.
Cuando se trata de evaluar la contribución de estas diferentes industrias alimentarias novedosas a la mitigación del cambio climático, es esencial comprender y cuantificar la huella de carbono de cada una de ellas.
La huella de carbono es la cantidad total de gases de efecto invernadero (incluidos el dióxido de carbono y el metano) que genera una determinada actividad humana.
Las proteínas de origen vegetal (o alternativas a las fuentes tradicionales de carne), como la soja, el maní y otros cultivos con un contenido relativamente alto de proteínas, pueden contribuir a mitigar el impacto de estas emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, las ventas de este tipo de industria parecen estar estancadas. Una de las razones es la gran demanda y preferencia del público en general por la carne. Por tanto, queda claro que la industria basada en plantas por sí sola no es suficiente. Y aquí es donde entran en juego los insectos.
Ventajas de los insectos como alimento
En Europa, se han aprobado varias especies de insectos para consumo humano y/o para alimentación animal, y se están produciendo en masa. Entre ellas se encuentran:
- Para alimentación humana: el gusano de la harina (Tenebrio molitor), la langosta migratoria (Locusta migratoria), el grillo doméstico (Acheta domesticus) y el escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus).
- Para alimentación animal: el gusano de la harina (Tenebrio molitor), la mosca soldado negra (Hermertia illucens), la mosca común (Musca domestica), el escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus), tres especies de grillo y el gusano de seda (Bombyx mori).
Estudios científicos recientes señalan que la incorporación de insectos a la dieta tiene varias ventajas que pueden contribuir, junto con otras industrias alimentarias novedosas y emergentes, a reducir y mitigar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y otros problemas relacionados con el medio ambiente. Estas ventajas son:
- Los insectos tienen tasas de conversión muy altas, lo que significa que la mayor parte del alimento que comen se transforma en biomasa. Estas tasas oscilan alrededor de 1,5 kg de alimento por kg de insecto producido. En comparación con los sectores agrícolas tradicionales, las tasas de conversión del ganado pueden ser de hasta 10 kg de alimento por kg de carne producida, lo que pone de relieve el poder eficiente de los insectos para convertir los alimentos en proteínas.
- Los alimentos utilizados para criar insectos pueden basarse en gran medida en productos agrícolas y residuos generados en la industria agroalimentaria, convirtiendo así subproductos vegetales de baja calidad en proteínas de alta calidad. Además, muchos de estos subproductos vegetales se producen localmente, lo que reduce aún más la huella de carbono de esta industria emergente.
Protiberia se centra en la cría del escarabajo de la harina y contribuye a una industria alimentaria más sostenible, produciendo una proteína de alta calidad con una baja huella de carbono, utilizando subproductos agrícolas de producción local, favoreciendo así una transición hacia una economía circular.
Referencias
Mazac, R., Meinilä, J., Korkalo, L., Järviö, N., Jalava, M., & Tuomisto, H. L. (2022). Incorporation of novel foods in European diets can reduce global warming potential, water use and land use by over 80%. Nature food, 3(4), 286-293.
Van Huis, A., Van Itterbeeck, J., Klunder, H., Mertens, E., Halloran, A., Muir, G., & Vantomme, P. (2013). Edible insects: future prospects for food and feed security (No. 171). Food and agriculture organization of the United Nations.
https://unfccc.int/topics/what-are-market-and-non-market-mechanisms
