| La cría de insectos a nivel industrial es una actividad con potencial para producir proteína de alta calidad de forma sostenible y rentable. Sin embargo, también presenta varios retos que requieren medir y controlar diferentes variables que afectan al proceso productivo. |
La cría de insectos a nivel industrial presenta varios retos, pero también oportunidades para desarrollar un modelo de producción más sostenible, rentable y eficiente.
Los insectos son una fuente de proteína de alta calidad, que requiere menos recursos y genera menos impacto ambiental que otras fuentes animales. Además, tienen múltiples aplicaciones en diferentes sectores, como la alimentación animal, la acuicultura, la agricultura, la cosmética o la farmacia.
Para mejorar el proceso productivo de la cría de insectos, es importante medir y controlar diversas variables que afectan al rendimiento y la calidad de los productos obtenidos. Algunas de estas variables son:
1. Clima y ambiente
Se puede medir la temperatura, humedad, iluminación, ventilación, entre otros factores ambientales que influyen en el crecimiento y desarrollo de los insectos. Estos factores deben adaptarse a las necesidades de cada especie y etapa de vida, para optimizar su bienestar y productividad.
Por ejemplo, el gusano de la harina (Tenebrio molitor), uno de los insectos más utilizados en la industria, requiere una temperatura entre 25 y 30°C y una humedad relativa entre 50 y 70%.
2. Alimentación
El alimento debe ser adecuado al tipo de insecto, su composición nutricional y su digestibilidad, ya que influye en el crecimiento, la salud y la calidad de los productos derivados de los insectos. Además, debe ser accesible, económico y sostenible.
Algunas fuentes de alimento para los insectos son los residuos orgánicos, los subproductos agroindustriales o los piensos compuestos.
3. Crecimiento y desarrollo
Se puede medir la tasa de crecimiento y el tiempo de desarrollo de los insectos, así como su peso y tamaño. Estos indicadores permiten evaluar la eficiencia del proceso productivo y determinar el momento óptimo para la cosecha o el procesamiento de los insectos.
Por ejemplo, el gusano de la harina tiene un ciclo de vida de unos tres meses en condiciones óptimas, pasando por las fases de huevo, larva, pupa e imago (escarabajo).
4. Salud
Se debe monitorear la salud de los insectos y detectar posibles enfermedades o plagas que puedan afectar a su supervivencia o calidad.
Para ello, se pueden utilizar métodos de diagnóstico basados en la observación visual, el análisis microbiológico o el uso de sensores. También se pueden aplicar medidas preventivas o correctivas para garantizar la bioseguridad y el bienestar animal.
5. Producción
Es la cantidad de insectos producidos, así como su calidad y valor nutricional. Estas variables dependen de los factores anteriores y determinan el rendimiento económico y ambiental del proceso productivo.
Se pueden utilizar indicadores como el peso vivo, el peso seco, el contenido proteico o lipídico o el valor energético de los insectos. También se pueden evaluar las características organolépticas (sabor, olor, textura) o funcionales (antioxidantes, antimicrobianos) de los productos derivados.
6. Costes
Debemos analizar el coste de producción y los ingresos generados por la venta de insectos o sus productos. El coste incluye los gastos asociados a la infraestructura, el equipamiento, el alimento, el personal, el transporte o el procesamiento.
Los ingresos dependen del precio de mercado y la demanda de los productos. Se pueden utilizar herramientas como el análisis coste-beneficio o el análisis coste-efectividad para evaluar la rentabilidad del negocio.
7. Gestión de inventario
Se puede medir la cantidad de alimentos, suministros y equipos disponibles en la granja de insectos. Esto permite planificar las compras, el almacenamiento y el uso de los recursos, evitando el desperdicio o la escasez. También se puede llevar un registro de la entrada y salida de los productos, así como de su trazabilidad y calidad.
8. Gestión de la cadena de suministro
Se puede medir la eficiencia y efectividad de la gestión de la cadena de suministro, incluyendo la adquisición de materiales, el transporte y la distribución de los productos. Esto implica coordinar a los diferentes actores involucrados, como proveedores, clientes, intermediarios o reguladores.
También se debe cumplir con las normas legales y sanitarias vigentes en cada mercado.
En conclusión, la cría de insectos a nivel industrial presenta varios retos que hay que superar para optimizar el proceso productivo y garantizar la calidad de los insectos. Para ello, es necesario medir y controlar diversas variables que influyen en el crecimiento, la salud y la producción de los insectos.
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Referencias
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Niyonsaba, H. H., Höhler, J., Kooistra, J., Van der Fels-Klerx, H. J., & Meuwissen, M. P. M. (2021). Profitability of insect farms. Journal of Insects as Food and Feed, 7(5), 923-934. https://doi.org/10.3920/JIFF2020.0087
