| Las diferentes fases de desarrollo del escarabajo molinero (Tenebrio molitor) han evolucionado para que cada una explote un nicho ecológico distinto y no haya competencia por los recursos, maximizando las probabilidades de supervivencia. Y todo ello gracias al increíble proceso de metamorfosis que sufren estos pequeños animales. |
Los insectos son el grupo de animales más diverso del planeta Tierra, con cerca de un millón de especies descritas, aunque los científicos estiman que puede haber entre 10 y 30 millones de especies no descritas y por tanto desconocidas para el ser humana. Todos los animales pertenecientes a este grupo presentan un par de antenas, tres pares de patas y dos pares de alas (aunque algunas veces pueden reducirse o faltar).
Además, los insectos presentan un tipo de desarrollo en el cual se produce una transformación en la forma o en la estructura de estos animales durante su desarrollo. Es lo que conocemos como metamorfosis, y puede ser de dos tipos:
- Holometabolismo (o metamorfosis completa), en la que el desarrollo del insecto pasa por cuatro fases o estadios bien diferenciados: huevo, larva, pupa e imago (o adulto). Algunos ejemplos de insectos holometábolos son los coleópteros (escarabajos), los lepidópteros (polillas, mariposas y saltamontes), los himenópteros (avispas, hormigas, abejas y abejorros) y los dípteros (moscas). La morfología y el comportamiento de cada etapa están adaptados a diferentes actividades: los rasgos larvarios maximizarían la alimentación, el crecimiento y el desarrollo, mientras que los rasgos adultos permiten la dispersión, el apareamiento y la puesta de huevos.
- Hemimetabolismo (o metamorfosis incompleta), en la que el insecto presenta solo tres formas en su desarrollo: huevo, ninfa e imago, siendo la ninfa una versión del imago muy parecida en cuanto a forma pero que carece de alas y genitales. Ejemplos típicos de insectos hemimetábolos son los hemípteros (cochinillas, pulgones, cigarras, chicharras y chinches), los ortópteros (saltamontes y grillos), los mantodeos (mantis religiosas), los blatodeos (cucarachas), los dermápteros (tijeretas) y los odonatos (libélulas y caballitos del diablo).
El escarabajo molinero (Tenebrio molitor) es un escarabajo perteneciente a la familia Tenebrionidae, que cuenta con más de 20.000 especies de escarabajos descritos, cuya fase larvaria ha levantado gran interés en los últimos años ya que se considera una fuente sostenible de proteínas, lípidos y otros nutrientes, que se puede utilizar tanto para alimentar otros animales de granja (elaboración de piensos) como para alimentación humana , ya que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) aprobó el uso de este insecto para tal fin, sin riesgos para la salud humana.
Las teorías que intentan explicar el origen y la evolución de estos dos tipos de metabolismo en insectos se remontan al siglo XVII, cuando en 1651 el médico inglés William Harvey propuso que la fase larvaria de los insectos holometábolos (huevo, larva, pupa y adulto) era en realidad el embrión que había salido del huevo antes de tiempo como un último intento para sobrevivir ya que dentro del mismo no había suficientes nutrientes como para que este embrión se desarrollase dentro del huevo. Es decir, que la fase larvaria era una especie de embrión que había salido del huevo y poseía capacidad para moverse y buscar nutrientes en su entrono, ¡y que en realidad la fase de pupa era el huevo del insecto!
Esta teoría, conocida como “teoría de la eclosión precoz” fue refutada por el biólogo holandés Johannes Swammerdam, contemporáneo de Harvey, cuando diseccionó pupas de diferentes insectos holometábolos y demostró que éstas no presentaban ninguna característica que suelen estar presentes en los huevos de otros animales, y que más bien las pupas eran fases de transición entre la larva y el adulto.
Lejos de caer en el olvido, la teoría de la eclosión precoz sigue siendo fuente de un intenso debate entre los entomólogos hasta inicios del siglo XXI, contando con defensores y detractores de esta teoría, que intentan establecer diferencias y similitudes entre el desarrollo holometábolo y el hemimetábolo.
Más recientemente, los estudios científicos parecen indicar que la presencia de ciertas hormonas (como la hormona juvenil JH, y los ecdiesteroides) juega un papel decisivo y condicional para que una especie de insecto presente una metamorfosis completa (holometábolismo) o incompleta (hemimetabolismo), en vez de la falta de nutrientes dentro del huevo.
Desde un punto de vista evolutivo, los hábitats donde se desarrollan las fases larvarias de los insectos holometábolos suelen ser totalmente distintos a aquellos hábitats donde suelen encontrarse las fases adultas de la misma especie de insecto, por lo que se evitaría la competición. Es decir, que las fases larvarias y adultas de un insecto holometábolo ocupan distintos nichos ecológicos, disminuyendo la competencia entre ellos mismos y aumentando las probabilidades de supervivencia.
Como puedes ver, la biología del Tenebrio molitor no para de sorprendernos y está llena de secretos. En Protiberia, estamos entusiasmados de poder estudiar y aprender de este animal para beneficio de todos.
Referencias:
- Lozano J, Belles X. Conserved repressive function of Krüppel homolog 1 on insect metamorphosis in hemimetabolous and holometabolous species. Sci Rep. 2011;1:163. doi: 10.1038/srep00163.
- Belles, Xavier. “Origin and Evolution of Insect Metamorphosis.” (2011)
