Además de mejorar el crecimiento y la salud de las plantas, ciertos biofertilizantes también son capaces de frenar la aparición de plagas y patógenos. Este es el caso del frass de Tenebrio molitor, cuya comunidad bacteriana lo convierte en el aliado perfecto para nuestros cultivos. |
A la hora de cuidar de nuestros cultivos, no solo es importante el uso de productos que mejoren el crecimiento y la salud de las plantas, sino que también es necesario que puedan frenar la posible aparición de plagas y agentes patógenos.
Tradicionalmente, la lucha contra plagas y enfermedades agrícolas siempre ha estado asociada a la utilización de productos químicos, tales como insecticidas (eficaces contra insectos), acaricidas (contra ácaros), fungicidas (contra hongos) y herbicidas (para las malas hierbas).
Sin embargo, el uso en exceso de estos químicos conlleva una serie de peligros tanto para el medio ambiente como para la salud, puesto que pueden dejar residuos tóxicos en los frutos y plantas que posteriormente pasan a consumo humano. Por ello, se recurre cada vez más a otro tipo de medidas de control y prevención de plagas que apuesten por métodos ecológicos, sostenibles y naturales.
El frass del gusano de la harina, por ejemplo, no solo ha demostrado ser un potente biofertilizante, sino que también posee la capacidad de inducir en la planta cierta resistencia a hongos y bacterias patógenas.
Pero ¿cuál es el secreto del frass? ¿Cómo puede combatir contra las plagas? Pues bien, al parecer la respuesta está en la microbiota del Tenebrio, una serie de microorganismos beneficiosos presentes de forma natural en el intestino y las heces del insecto.
Estudio de la microbiota del insecto Tenebrio molitor
Los microorganismos presentes en el frass son capaces de aportar tantos beneficios a las plantas que son conjuntamente conocidos como bioprotectores o bioestimulantes.
Por ejemplo, dentro de la microbiota del gusano de la harina (Tenebrio molitor), cobran gran importancia las siguientes bacterias debido a sus efectos positivos en agricultura:
- Paenibacillus: favorecen el crecimiento vegetal, ya que mejoran el aporte de nitrógeno, la absorción de nutrientes, la solubilización de fosfatos y la resistencia a la sequía y la salinidad. Además, también presentan actividad antifúngica (contra hongos patógenos).
- Bacillus: son capaces de producir una proteína insecticida muy eficaz; además, hacen que las plantas sean más resistentes al ataque de plagas y patógenos, como hongos, bacterias y nematodos. También estimulan la germinación y desarrollo de las plantas, así como la formación de las raíces.
- Rhizobium: son capaces de fijar el nitrógeno atmosférico y solubilizar fosfatos, favoreciendo el desarrollo vegetal. Además, impiden el crecimiento de malas hierbas e inducen en la planta cierta resistencia frente a diferentes patógenos y a la sequía.
Plaguicida químico vs Plaguicida biológico
Aunque tradicionalmente siempre se ha recurrido a los plaguicidas químicos o sintéticos, actualmente presentan una serie de desventajas frente a los biológicos o naturales:
- Pueden dejar posibles sustancias tóxicas en los cultivos que, posteriormente, podrían pasar a la cadena de consumo humano.
- Al igual que pasa con los medicamentos, las plagas pueden desarrollar resistencia a esos químicos si se usan con demasiada continuidad.
- Si se genera resistencia, el agricultor podría verse obligado a aumentar la dosis del plaguicida o a usar otro más fuerte.
¿Y tú? ¿Qué opinas?
Si quieres apostar por lo natural, contáctanos sin compromiso. Te daremos toda la información que necesites sobre nuestro frass o el resto de nuestros productos.
Referencias
Arias, J. P. (2018). Nuevos abonos a partir de excrementos de insecto: el caso del gusano de la harina (Tenebrio molitor). Ingeniería y Región, (19), 1-11. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6973427
Poveda, J. (2021). Insect frass in the development of sustainable agriculture. A review. Agronomy for Sustainable Development, 41(1), 5. https://doi.org/10.1007/s13593-020-00656-x
https://fitomolina.es/2019/01/09/diferencias-insecticidas-biologicos-quimicos/